Música

Trentemøller estrena nuevo disco

Se acaba de estrenar el nuevo disco del danés Trentemøller, un lanzamiento de diez canciones muy especial para él, donde sigue fiel a sus envites claroscuros (shoegaze, indie rock, dream pop, electrónica), a la vez que explora nuevos territorios y vuelve a contar con la maravillosa voz de Disa. Este nuevo LP no solo es un despliegue de su talento, sino también un reflejo de la evolución artística que ha experimentado a lo largo de su carrera.

Un salto artístico significativo

El nuevo LP incluye diez temas que manifiestan la enorme solidez musical de Trentemøller, a la vez que representan un evidente salto artístico. Sin desmadrarse, ha decidido explorar nuevos métodos y caminos sonoros. Si bien la música y las letras son de su autoría, los temas cantados son cosa de la islandesa Disa, quien ha estado en la órbita del danés desde la gira con el disco “Memoria”. En ese momento, Disa sorprendió a la audiencia con sus propias interpretaciones, lo que llevó a una colaboración fructífera. Recordemos que también brilló en 2022 en títulos como “Into The Silence” y una versión de “Cops On Our Tail”.

Temas y sonidos del nuevo disco

La canción que abre “Dreamweaver” es precisamente “A Different Light”. En ella, Trentemøller explora dicotomías y juega con las sombras. Se percibe la habitual frialdad nórdica, no exenta de alguna tonalidad cálida, y las notas de guitarra clásica, con cuerdas de nilón que dominan la canción de principio a fin. Esta pieza es arpegiada y circular, ofreciendo una sensación envolvente. Acto seguido, aparece “Nightfall”, una composición vocal sin ataduras que se asienta sobre un riff hipnótico, donde la melancolía de las guitarras se entrelaza con el frío del desierto a primera hora de la mañana.

El momento para “Dreamweavers” llega como un equilibrio entre percusión electrónica y voces, que cabalga a trote suave. Aquí se establece un tira y afloja ‘consentido’ donde capas, melodías, un sorprendente clímax y distintos tipos de fuerzas se abrazan de manera orgánica. Este juego sonoro se convierte en un sello distintivo del álbum.

Fusión de estilos y emociones

El LP está a punto de entrar en su siguiente fase. Con la escotilla arrancada de cuajo, la ensordecedora “I Give My Tears” nos impacta con su línea de bajo confusa y radiante, continuando su deriva hacia el vacío. Le sigue su hermana, la pista más caótica del nuevo disco: “Behind My Eyes”. Esta pieza se presenta como un pandemónium de noise rock, donde latigazos y guitarras convulsionadas se enfrentan entre sí, creando un clima de tensión que aumenta conforme se desarrolla la canción.

A veces evoca las composiciones proto-shoegaze que dieron origen al dream pop, pero también redefine lo que este género puede ser. Sin embargo, no hay tiempo para apreciar cada detalle, ya que la canción se desintegra en un abrir y cerrar de ojos.

Un cierre introspectivo

Respiramos a continuación con “Hollow” y “Empty Beaches”, ambos ejercicios sonoros que inducen al sonambulismo. Luego, Trentemøller regresa con intensidad mediante las texturas crecidas y las ráfagas de tambores tribales de “In A Storm”, que toman el control antes de ser sustituidas por el slo-core ambiental de “Winter’s Ghost” y “Closure”. Este díptico cierra un álbum que, a priori, parece estar acorde con un guión creado por el maestro Trentemøller, pero que puede notarse como un trabajo más psicodélico que sus propuestas anteriores.

El nuevo disco de Trentemøller es una explosión de creatividad y evolución musical. A través de sus diez pistas, nos invita a explorar un paisaje sonoro lleno de matices, emociones y, sobre todo, la marca única de su autor. No hay duda de que esta obra dejará una huella imborrable en la escena musical contemporánea.

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Yesica Flores
Soy Yes, blogger desde hace más de 5 años. Me he especializado en el viejo y olvidado arte de divagar

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