El lunch del mediodía pide Rioja, al igual que la comida, la sobremesa y la cena en restaurante. Literalmente, la primera Denominación de Origen Calificada de España tiene un exponente para cada momento del día, desde vinos jóvenes y crianza ideales para un coctel veraniego, hasta grandes etiquetas para una cena romántica en pareja.
¡Piénselo! El reloj marca las 12:00 horas, el sol veraniego brilla a toda potencia y el almuerzo está casi listo… La respuesta son vinos blancos GENÉRICOS bien fríos, listos para desplegar toda su frescura, notas de fruta madura y ligeros tonos florales, ésos que sólo pueden hallarse en la Viura y la Malvasía de Rioja. Éste es el perfil que ubica justamente a la DOCa Rioja entre las opciones idílicas para cualquier brunch, reuniones de fin de semana, parrilladas entre amigos e incluso una ceremonia religiosa o celebración en la playa o en jardines al aire libre.
Los rosados de Rioja también tienen cabida. Sus tonos rubí y cereza, seductores a la vista, son perfectos para disfrutar al mediodía gracias a sus intensas notas de frambuesa madura, granada, grosella y arándanos frescos, con ese inconfundible matiz láctico que recuerda al yogurt de frutos rojos. En boca, estos fermentados son capaces de hacer frente a casi cualquier almuerzo o celebración de mañana gracias a su estructura, amplitud aromática, vibrante y placentera acidez, perfectos para acompañar platillos especiados, bien cargados de sabor o con ligerísima sensación picante.
Conforme avanza el día, el paladar exige comidas un poco más pesadas y vinos mucho más potentes y briosos. Los tintos CRIANZA reúnen frutalidad, y también el fascinante aporte de la madera; vainilla, cuero, tabaco y humo se cuentan entre los matices necesarios para acompañar carnes medianamente grasas, estofados de buena complejidad e incluso charcutería, ésa que no puede faltar en una sobremesa al atardecer. Nada como un par de rodajas de chorizo maduro, una rebanada delgada de queso de oveja curado, montadas sobre pan con tomate fresco, y una copa de Rioja CRIANZA bien fresquito para redondear esta fascinante experiencia.
Si de una noche de contemplación, cena romántica o plática de tono solemne se trata, la respuesta es tintos RESERVA y GRAN RESERVA, los grandes íconos del saber hacer de Rioja. Estos fermentados emplazan dentro de sus botellas los más finos aromas de roble tostado, pasando por el cedro y el sándalo, especias como pimienta negra y deliciosos matices frutales, de ciruela y frutos negros, cuero curtido y hierbas balsámicas. La gran diversidad del terruño de Rioja permite encontrar todo tipo de estilos y tipologías particulares: grandes exponentes con frescas notas mentoladas, resultado del intenso frío que domina en Rioja Alta; etiquetas que muestran un delicioso perfil de rosas secas y naturaleza muerta, en Rioja Alavesa, y vinos de una incomparable frutalidad, con agradables matices especiados, de pimienta, clavo de olor y eneldo deshidratado, en Rioja Oriental.
¡Sí!, del mediodía al crepúsculo, siempre podrá encontrar una etiqueta de la DOCa Rioja ideal para cada ocasión, que además de expresividad en copa e insuperable relación precio–calidad, le brindará la garantía que sólo puede ofrecer la primera y más exigente denominación de origen calificada de España.
