{"id":1639,"date":"2010-10-04T08:00:18","date_gmt":"2010-10-04T13:00:18","guid":{"rendered":"http:\/\/style.shockvisual.net\/?p=1639"},"modified":"2024-02-01T17:41:43","modified_gmt":"2024-02-01T22:41:43","slug":"el-corazon-del-deportista","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/style.shockvisual.net\/el-corazon-del-deportista\/","title":{"rendered":"EL CORAZON DEL DEPORTISTA"},"content":{"rendered":"\n\n
<\/th>\n<\/tr>\n<\/table>\n

Escrito por Roberto M. Peidro – Buenos Aires,<\/p>\n

\n

El coraz\u00f3n del deportista hace referencia a los cambios cl\u00ednicos, el\u00e9ctricos y estructurales mioc\u00e1rdicos secundarios a la pr\u00e1ctica intensiva de deportes. Henschen, en 1899, introdujo por primera vez el t\u00e9rmino y describi\u00f3, mediante percusi\u00f3n tor\u00e1cica, el aumento de tama\u00f1o card\u00edaco en esquiadores de fondo.<\/p>\n

Infiri\u00f3 que ese aumento constitu\u00eda un mecanismo fisiol\u00f3gico que permit\u00eda efectuar m\u00e1s trabajo durante un tiempo mayor. (1) Las modificaciones morfol\u00f3gicas del coraz\u00f3n del deportista se manifiestan, en la mayor\u00eda de los casos, en individuos con alto nivel de entrenamiento. Esta condici\u00f3n se alcanza con est\u00edmulos de ejercicios de elevada intensidad, realizados en forma frecuente, de duraci\u00f3n prolongada y con el empleo de tipos de esfuerzo que involucren amplias masas musculares. Es dif\u00edcil encontrar dilataci\u00f3n de cavidades o hipertrofia de paredes mioc\u00e1rdicas en deportistas ocasionales o con bajos est\u00edmulos de entrenamiento.<\/p>\n

Debe tenerse en cuenta, entonces, que la definici\u00f3n de atleta corresponde a .aquella persona que participa en un deporte individual o de equipo organizado y que tiene como objetivo fundamental y prioritario el enfrentamiento frecuente contra otros sujetos de similar condici\u00f3n en pos de un premio al triunfo y que requiere un entrenamiento regular intenso para lograr estos fines.. (2)<\/p>\n

Dado que los cambios morfol\u00f3gicos y funcionales pueden ser diferentes seg\u00fan el deporte que se practique, es necesario considerar el tipo y la intensidad del ejercicio f\u00edsico involucrados en cada deporte. Una clasificaci\u00f3n de esta naturaleza puede desarrollarse de acuerdo con la actividad mec\u00e1nica y los mecanismos fisiol\u00f3gicos de producci\u00f3n de energ\u00eda. Con respecto al tipo de movimiento, pueden clasificarse en: 1) ejercicios din\u00e1micos: generan cambios en la longitud del m\u00fasculo y movimientos articulares causados por contracciones r\u00edtmicas. Desarrollan escasa tensi\u00f3n, por lo que fueron llamados isot\u00f3nicos, y 2) ejercicios est\u00e1ticos: hay incrementos en la tensi\u00f3n muscular con pocos cambios o ninguno en la longitud del m\u00fasculo y el movimiento articular (isom\u00e9tricos).<\/p>\n

En la mayor parte de los deportes est\u00e1n involucrados ambos tipos de esfuerzo con proporciones variables de uno u otro, seg\u00fan la actividad.<\/p>\n

En la Tabla 1 se presenta una clasificaci\u00f3n propuesta en la 26 Conferencia de Bethesda y basada en el tipo y la intensidad del esfuerzo requerido. (3) La clasificaci\u00f3n metab\u00f3lica incluye el ejercicio aer\u00f3bico, cuya energ\u00eda proviene de procesos oxidativos, y el ejercicio anaer\u00f3bico, con producci\u00f3n energ\u00e9tica a partir de los fosf\u00e1genos o la gluc\u00f3lisis anaer\u00f3bica. La obtenci\u00f3n de energ\u00eda por uno u otro metabolismo depende de la intensidad y la duraci\u00f3n del ejercicio desarrollado.
\nTambi\u00e9n aqu\u00ed, la mayor parte de los deportes tienen formas mixtas de obtenci\u00f3n de energ\u00eda.
\nLas adaptaciones morfol\u00f3gicas del coraz\u00f3n, as\u00ed como las modificaciones en la estimulaci\u00f3n por el sistema nervioso aut\u00f3nomo, son diferentes frente a entrenamientos con ejercicios predominantemente din\u00e1micos y aer\u00f3bicos que ante aquellos que presentan mayores componentes est\u00e1ticos (fuerza) y anaer\u00f3bicos.<\/p>\n

Los deportes y los entrenamientos din\u00e1micos generan modificaciones card\u00edacas secundarias a sobrecargas de volumen. El mayor volumen diast\u00f3lico puede llevar a un aumento de las miofibrillas en serie con aumento del tama\u00f1o de la cavidad. Esta dilataci\u00f3n del di\u00e1metro diast\u00f3lico ventricular izquierdo facilita un volumen sist\u00f3lico mayor con un acortamiento menor y p\u00e9rdida inferior de energ\u00eda por tensi\u00f3n y fricci\u00f3n.<\/p>\n

La pr\u00e1ctica habitual de ejercicios genera disminuci\u00f3n de la frecuencia card\u00edaca en reposo y ante esfuerzos subm\u00e1ximos. Este efecto puede atribuirse a factores reflejos y a modificaciones en los est\u00edmulos del sistema nervioso aut\u00f3nomo. Existe un incremento del tono vagal en reposo con disminuci\u00f3n de la influencia del sistema simp\u00e1tico y un nivel menor de catecolaminas circulantes. Durante los esfuerzos subm\u00e1ximos, el volumen sist\u00f3lico es mayor en el sujeto entrenado, con atenuaci\u00f3n de la respuesta refleja de los barorreceptores con aumentos menores de la frecuencia card\u00edaca ante cargas de trabajo similares. La frecuencia card\u00edaca m\u00e1xima, sin embargo, no se modifica (o s\u00f3lo lo hace en una proporci\u00f3n m\u00ednima) por el entrenamiento, ya que est\u00e1 en funci\u00f3n de la edad del individuo.<\/p>\n

El entrenamiento incrementa el tiempo en que se alcanza esa frecuencia m\u00e1xima. La bradicardia sinusal de reposo y las frecuencias card\u00edacas m\u00e1s bajas ante esfuerzos subm\u00e1ximos son m\u00e1s frecuentes en los deportes que involucran amplias masas musculares y tienen predominio metab\u00f3ico aer\u00f3bico. Estos efectos se suman al mayor volumen sist\u00f3lico descripto para hacer m\u00e1s eficiente el coraz\u00f3n del deportista.<\/p>\n

Para equiparar el aumento de la tensi\u00f3n intramioc\u00e1rdica, secundario al incremento del radio de la cavidad, se generan crecimientos proporcionales del espesor del septum y de la pared libre ventricular izquierda. Los ejercicios con mayor componente isom\u00e9trico e incrementos constantes de la poscarga tienden a aumentar el espesor de la pared ventricular. De esta manera es posible compensar la tensi\u00f3n parietal aumentada por la mayor presi\u00f3n intraventricular.<\/p>\n

Se ha demostrado mayor grosor de la pared ventricular izquierda en ciclistas con respecto a corredores de resistencia y en fisicoculturistas en relaci\u00f3n con individuos sedentarios. (4, 5) Sin embargo, existen discusiones permanentes sobre la real existencia de hipertrofias conc\u00e9ntricas como \u00fanico hallazgo en atletas altamente entrenados en fuerza muscular.<\/p>\n

Estudios recientes no encontraron diferencias en los espesores del septum y la pared posterior del ventr\u00edculo izquierdo entre atletas de alto rendimiento en fuerza y resistencia muscular e individuos controles. (6, 7) La mayor\u00eda de los deportes tienen componentes mixtos de entrenamiento, raz\u00f3n por la cual los cambios en el coraz\u00f3n del deportista tambi\u00e9n lo son. El f\u00fatbol, por ejemplo, tiene un alto componente din\u00e1mico, aunque los entrenamientos incluyen m\u00faltiples ejercicios de fuerza muscular.<\/p>\n

Un partido de f\u00fatbol tiene porcentajes elevados de ejercicio con metabolismo anaer\u00f3bico. En un estudio de nuestro laboratorio (a\u00fan no publicado) hemos comparado los ecocardiogramas de futbolistas profesionales con los de hombres sedentarios de la misma edad y no hallamos diferencias en los espesores del septum ni de la pared posterior. Las dimensiones del ventr\u00edculo izquierdo, as\u00ed como la masa ventricular izquierda, fueron mayores en los deportistas, aunque ninguno super\u00f3 los 57 mm de di\u00e1metro diast\u00f3lico. De los estudios realizados, en la mayor\u00eda se encontr\u00f3 mayor masa ventricular en deportistas que en sujetos sedentarios controles. (8)<\/p>\n

Un metaan\u00e1lisis que incluy\u00f3 59 estudios y 1.451 atletas comprob\u00f3 diferencias en los di\u00e1metros de la cavidad y en el espesor septal ante los distintos tipos de deportes, aunque los promedios no superaron las dimensiones que se consideran normales para la poblaci\u00f3n general. (9) Asimismo, tanto la funci\u00f3n sist\u00f3lica como la diast\u00f3lica fueron normales.<\/p>\n

Los cambios en las dimensiones card\u00edacas se producen con rapidez con el entrenamiento intenso. Se observaron aumentos de hasta 3,3 mm en la cavidad ventricular izquierda y de 0,7 mm en el espesor de la pared despu\u00e9s de 9 semanas de entrenamiento en nadadores de alta competencia. (10) Al abandonar el entrenamiento, la reversi\u00f3n de los cambios en las dimensiones de la cavidad fue m\u00e1s r\u00e1pida que la producida en el espesor parietal. Tanto el entrenamiento como el desacondicionamiento no influyeron en los \u00edndices de funci\u00f3n ventricular.<\/p>\n

Las modificaciones descriptas no son iguales en todos los deportistas ante niveles de entrenamiento similares. Existen factores gen\u00e9ticos que intervienen en estas diferencias. La expresi\u00f3n gen\u00e9tica del coraz\u00f3n puede ser regulada por est\u00edmulos fisiol\u00f3gicos y patol\u00f3gicos. La actividad f\u00edsica es un regulador importante de la expresi\u00f3n de prote\u00ednas metab\u00f3licas y estructurales en el miocardio y en el m\u00fasculo esquel\u00e9tico a trav\u00e9s de efectos directos sobre la carga o por medio de modificaciones en factores de crecimiento o en el nivel de catecolaminas. (11) Se han demostrado polimorfismos en el gen M235T de angiotensin\u00f3geno que estaban asociados con la variabilidad de hipertrofia ventricular izquierda observada en atletas de resistencia aer\u00f3bica. Los atletas homocigotos para el alelo T ten\u00edan el coraz\u00f3n m\u00e1s hipertrofiado. (12) Se compararon deportistas de alto rendimiento con individuos sanos y sedentarios y se sugiri\u00f3 que el polimorfismo para el DNA de la enzima convertidora de angiotensina I es un factor fuertemente asociado con los atletas de elite. (13) Serneri y colaboradores estudiaron a 15 futbolistas y encontraron que el incremento de la actividad simp\u00e1tica card\u00edaca y la formaci\u00f3n card\u00edaca de factor de crecimiento I tipo insulina medido por gradiente arterial-seno coronario estuvieron relacionados con el grado de hipertrofia ventricular izquierda generada por el deporte. (14)<\/p>\n

Las modificaciones card\u00edacas causadas por las diferentes condiciones de carga se asocian con cambios el\u00e9ctricos producidos, en su mayor parte, por modificaciones del sistema nervioso aut\u00f3nomo. El entrenamiento regular incrementa el tono vagal de reposo y disminuye el nivel de catecolaminas plasm\u00e1ticas. Existen correlaciones en deportistas entre la masa ventricular izquierda y el incremento de los par\u00e1metros de variabilidad de frecuencia card\u00edaca. (15) En deportistas a\u00f1osos se han observado incrementos de la variabilidad, especialmente en los componentes de baja y muy baja frecuencia. (16) En jugadores de f\u00fatbol profesionales hemos observado una mayor variabilidad de frecuencia, con incrementos en el desv\u00edo est\u00e1ndar de los RR y la ra\u00edz cuadrada de las diferencias de los intervalos RR con respecto a individuos sedentarios sanos de la misma edad. (17)<\/p>\n

Como se ha visto, existen caracter\u00edsticos particulares en el examen del coraz\u00f3n del atleta. A continuaci\u00f3n se describen los hallazgos m\u00e1s frecuentes, con \u00edndices de prevalencia, significaci\u00f3n cl\u00ednica y elementos para el diagn\u00f3stico diferencial.<\/p>\n

<\/a><\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"

Escrito por Roberto M. Peidro – Buenos Aires, El coraz\u00f3n del deportista hace referencia a los cambios cl\u00ednicos, el\u00e9ctricos y<\/p>\n","protected":false},"author":5,"featured_media":0,"comment_status":"open","ping_status":"open","sticky":false,"template":"","format":"standard","meta":{"_monsterinsights_skip_tracking":false,"_monsterinsights_sitenote_active":false,"_monsterinsights_sitenote_note":"","_monsterinsights_sitenote_category":0,"_uf_show_specific_survey":0,"_uf_disable_surveys":false,"footnotes":""},"categories":[53,4],"tags":[],"aioseo_notices":[],"_links":{"self":[{"href":"https:\/\/style.shockvisual.net\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/1639"}],"collection":[{"href":"https:\/\/style.shockvisual.net\/wp-json\/wp\/v2\/posts"}],"about":[{"href":"https:\/\/style.shockvisual.net\/wp-json\/wp\/v2\/types\/post"}],"author":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/style.shockvisual.net\/wp-json\/wp\/v2\/users\/5"}],"replies":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/style.shockvisual.net\/wp-json\/wp\/v2\/comments?post=1639"}],"version-history":[{"count":4,"href":"https:\/\/style.shockvisual.net\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/1639\/revisions"}],"predecessor-version":[{"id":184566,"href":"https:\/\/style.shockvisual.net\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/1639\/revisions\/184566"}],"wp:attachment":[{"href":"https:\/\/style.shockvisual.net\/wp-json\/wp\/v2\/media?parent=1639"}],"wp:term":[{"taxonomy":"category","embeddable":true,"href":"https:\/\/style.shockvisual.net\/wp-json\/wp\/v2\/categories?post=1639"},{"taxonomy":"post_tag","embeddable":true,"href":"https:\/\/style.shockvisual.net\/wp-json\/wp\/v2\/tags?post=1639"}],"curies":[{"name":"wp","href":"https:\/\/api.w.org\/{rel}","templated":true}]}}