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¿Está México preparado para otro sismo?

Es una realidad que en cuanto llega septiembre escuchas por todos lados que ha llegado la temporada de sismos, pero, ¿qué tan cierto es esto? Por mucha coincidencia que parezca, no existe una razón científica que explique por qué en septiembre han ocurrido algunos de los sismos más importantes en México.

De acuerdo al Servicio Sismológico Nacional, México se encuentra ubicado en el contexto de cinco placas tectónicas: Caribe, Pacífico, Norteamérica, Rivera y Cocos, por lo que es un país altamente sísmico, donde se presentan sismos pequeños todos los días, y al menos se registra uno de magnitud moderada al año.

Realmente aquí la pregunta real es, ¿México está preparado para un sismo como los que hemos vivido anteriormente? El mismo Servicio Sismológico Nacional recomienda tener un plan familiar, revisar los códigos de construcción y vigilar los lineamientos de ordenamiento urbano; a lo cual, yo sumaría, estar siempre atentos de las noticias e indicaciones de protección civil y los comités de brigadas de la organización, pero ¿es esto suficiente?

Algo que ha llamado mi atención, es la cantidad de personas que, no sólo en México, sino en toda Latinoamérica, levantan la voz pidiendo apoyos y buscando la mejor manera de poder recuperar sus bienes inmuebles después de los daños sufridos como resultado de una catástrofe como éstas y justo ése es el verdadero riesgo.

En mi experiencia en el manejo de reclamos en Latinoamérica y el Caribe opuesto a la cultura de riesgo de las grandes empresas y de algunas Pymes, la población en general no cuenta con una protección que pueda ayudarle a recuperar lo invertido en sus hogares, por eso, la mejor recomendación que puedo dar es la de contar con una póliza de Seguro que cubra los daños resultantes de este tipo de eventos sobre todo considerando lo que comenté al principio, en México estamos en una zona en la cual un sismo en cualquier momento es inminente.

Lo anterior sumado al contexto medioambiental que estamos viviendo, vuelve indispensable el contar con la protección adecuada, así como con planes de prevención de riesgos y de continuidad para resguardar la vida y el patrimonio. El porcentaje de las pérdidas en eventos catastróficos es muy alto y acaban siendo absorbidas con recursos propios, ya sea por las familias, negocios, empresas o sectores afectados.

Por ejemplo, si hacemos un recuento de las pérdidas aseguradas en los sismos del 2017 (el del 7 y el del 19 de septiembre) fueron de 32 mil 540 millones de pesos, lo que lo convierte en el segundo evento natural más caro después del Huracán Wilma ocurrido en 2005, que provocó daños al sector asegurador por 2 mil 218 millones de dólares.

Aún con los datos anteriores, México continúa siendo un país en donde no se contratan seguros. Apenas el número de primas en seguros de casa habitación creció 1% según la AMIS (Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros).

En resumen, entre daños a propiedad y vida humanas, las pérdidas totales (aseguradas y no aseguradas) fueron de aproximadamente 96 mil millones de pesos.

Por otro lado, recientemente la Universidad de las Naciones Unidas y el Insituto de Medio Ambiente y Seguridad Humana, publicaron que cerca de 10 mil personas murieron en 2021 sólo por catástrofes naturales derivados del cambio climático, entre ellos el terremoto de Haití y el huracán Ida, catástrofes que pueden suceder en territorio mexicano.

Por ello hago hincapié en fomentar una cultura de prevención con las siguientes recomendaciones:

  • Contar con un plan de acción en caso de un desastre natural.
  • Realizar todos los procesos e instrucciones preventivas recomendadas por protección civil y los comités de brigadas de las organizaciones.
  • Buscar asesoría especializada en seguros para tener una mejor cobertura; sin importar el tamaño de la casa habitación o empresa, tener un seguro que proteja el inmueble, los contenidos y, cuando aplique, las flotillas.

Lo anterior, permitirá que, en caso de tener un siniestro, se realice una correcta estimación de daños y así, dar seguimiento a los procesos de recuperación de los inmuebles.

Contar con una sociedad preparada, tener una mentalidad de prevención e incrementar la cultura del seguro, sobre todo ahora que el cambio climático altera este tipo de catástrofes, son las tres claves que pueden ayudar a aminorar las pérdidas y los daños en eventos catastróficos, que, comparado con la inversión que se tiene que realizar para estar asegurados, es mínima.

Yesica Flores

Soy Yes, blogger desde hace más de 5 años. Me he especializado en el viejo y olvidado arte de divagar