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Alegra tu día con los procesadores de alimento KitchenAid

Un procesador de alimentos es el aliado perfecto para la cocina, con él ahorras tiempo y facilitará las actividades, además de que te ayuda a obtener los mejores resultados.

Sus dos velocidades le permiten tener una gran versatilidad que permitirán realizar diferentes tipos de acciones; por ejemplo, es ideal para cortar, triturar, batir y rallar una gran variedad de frutas, vegetales y mucho más. 

A diferencia de una licuadora, tendrás la oportunidad de crear múltiples recetas, ya sea agregando líquido o en seco, y poder preparar un pico de gallo, aderezos, salsas, hummus suave y cremoso, picar nueces para tu platillo favorito, incluso convertir el perejil en polvo y también moler carne cruda.

Con el Procesador de Alimentos KitchenAid encontrarás un aparato compacto y liviano; por lo que no tendrás que preocuparte por su espacio, al contrario, ahorrarás. Además gracias a su almacenamiento fácil y práctico te permitirá guardar sus piezas en el interior del tazón. 

Cuenta con un dispositivo de bloqueo para la cuchilla de hojas multipropósito así como un mango para servir fácilmente, además es muy sencillo de limpiar y es apto para el lavavajillas. Lo mejor de todo es que es muy simple e intuitivo de usar, cualquier persona lograra utilizarlo sin importar que sea un cocinero experto o inexperto para crear platillos extraordinarios y compartirlos con familia y amigos.

En KitchenAid sabemos lo importante que es para ti tener herramientas que te permitan cocinar de manera fácil y sencilla,  además de poder crear recetas que parecieran para profesionales, pero que, con las facilidades que encuentras en los productos, se hacen sencillas y fáciles de realizar.

Tal es el caso de unas deliciosas donas de mermelada de fresa con aroma a limón, que nos recuerda a nuestra infancia y momentos con la familia, preparemos esta sabrosa receta de la mano de KitchenAid que te alegrará el día. 

Yesica Flores

Soy Yes, blogger desde hace más de 5 años. Me he especializado en el viejo y olvidado arte de divagar