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Nuevas Directrices para los Tiempos de Paz estrena a partir del 8 de febrero en La Teatrería

CDMX, febrero, 2017.

Nuevas directrices para los tiempos de paz está considerada como uno de los textos más importantes de la dramaturgia brasileña del nuevo siglo. Escrita por Bosco Brasil en 2002, ha sido presentada con enorme éxito en Brasil, Chile, Argentina, Italia y Grecia. Ahora llega a México gracias a José Antonio Falconi, quien tradujo el texto para sugerirlo al director Gabriel Figueroa Pacheco, quien tras invitar al actor Julien Le Gargasson a completar el reparto, pone en escena a partir del miércoles 8 de febrero del 2017, en la sala B de la Teatrería, este drama cuya versión al español está aprobada por el propio autor.

Clausewitz es un agricultor polaco que desembarca en Río de Janeiro, a finales de la Segunda Guerra Mundial. Allí, es retenido en la sala de inmigración del aeropuerto e interrogado por Segismundo, el agente aduanal. La guerra ha terminado, pero en Brasil aún no se han dado a conocer las nuevas instrucciones para los tiempos de paz, por lo que el inmigrante necesita obtener del empleado un salvoconducto para ingresar al país y habitar una nueva vida.

Lo que comienza como un interrogatorio se torna una confrontación de ideologías, de horrores raciales y políticos. La discusión ya no es más la de un agricultor y un agente aduanal, sino la de un actor y un extorturador de la antigua policía política, las verdaderas identidades de estos hombres que, poco a poco, descubren que el teatro podría ser la única arma para que ambos consigan lo que quieren: uno tener una nueva vida y el otro dar un poco de alivio a su alma atormentada.

Para Figueroa Pacheco, Nuevas directrices en tiempos de paz, por su argumento y estructura, resulta un claro homenaje al teatro y una respuesta contundente a quien pregunte: “¿Tiene sentido hacer teatro en estos tiempos?”. Sobre la escena, se plantea que la realidad, después de cualquier guerra, ya no conmueve a nadie y por eso se necesita la verdad de la ficción para tocar los sentimientos de las personas.

Una mesa, un par de sillas y una expresiva iluminación son el único apoyo que tienen sobre la escena los actores José Antonio Falconi [Segismundo] y Julien Le Gargasson [Clausewitz], quienes sostienen un encuentro enmarcado en un contexto de culturas víctimas de la brutalidad, la migración y la búsqueda.

Bosco Brasil es uno de los más importantes dramaturgos y guionistas de TV del Brasil. Fundador del Teatro de Cámara de Sao Paulo. Por las obras “Budro” [1994] y “Nuevas directrices para los tiempos de paz” [2002], fue merecedor del reconocimiento al Mejor Autor, por parte de la crítica especializada de su país.

Por su parte, Gabriel Figueroa Pacheco, cuenta con una solida trayectoria como director y productor escénico. Dentro de sus trabajos como director escénico destacan: “Sr. Perro” versión para teatro de la novela Tumbuctú de Paul Auster, Teatro Orientación, CCB, 2016, “Maria, Tina Modotti” en co-dirección con Haydeé Boetto, Teatro Sergio Magaña, STCM, Oct. 2014. “Feliz Fin del mundo, generación X” Teatro el Granero, CCB, 2012, “Jugar a morir” Teatro Julio Prieto, antes Xola (2009). “Dios es un D’j” (en sus tres diferentes versiones) Teatro Julio Prieto (2009), Teatro Julio Castillo y el Granero (2008). “Excalibur” Teatro de las Artes, Centro Nal. De las Artes (2000).
Becario de los programas “Jóvenes Directores” (1996) del Fideicomiso Carlos Téllez, “Arte x Todas Partes” (2005) de la SCCM y “Jóvenes Creadores” del FONCA (emisiones 96-97 y 2005-06, ambas en Diseño de puesta en escena-Teatro). Y del programa “México en Escena, del CNART, emisión 2009

Nuevas Directrices para los Tiempos de Paz
Autor: Bosco Brasil.
Director: Gabriel Figueroa Pacheco.
Con: José Antonio Falconi y Julien Le Gargasson.
Diseño sonoro: Xicotencatl Reyes.
Diseño gráfico: Israel Hernández Ruiz Velasco.
Funciones: Miércoles 21:00 hrs.
Lugar: La Teatrería, Tabasco 152, Col Roma.
Temporada: 8 de febrero al 5 de abril de 2017.
Localidad: $250

Yesica Flores

Soy Yes, blogger desde hace más de 5 años. Me he especializado en el viejo y olvidado arte de divagar