4 cosas que tu rutina facial y de ejercicio tienen en común y quizás no sabías

El camino al bienestar está hecho de autoconocimiento y acción, es por ello que las rutinas diarias dan estructura a todo lo que tenemos que hacer en el día. Sin embargo, es común que pensemos que nuestras rutinas de cuidado facial y de ejercicio no tienen nada en común porque las llevamos a cabo en espacios distintos o con metas diferentes en mente. 

Aunque no lo creas, ambas tienen muchas cosas en común que son clave para poder obtener resultados. A continuación, Foreo te comparte 4 cosas que tanto tu rutina facial como tu rutina de ejercicios comparten y que quizás no habías reflexionado.

Las posturas son cruciales.

Puede ser que aproveches la nueva tendencia del yoga facial o inviertas 40 minutos de tu día en una rutina intensa de cardio. Cualquiera que sea tu elección es prioritario que tengas en mente nunca sacrificar la forma; con esto queremos decir que prestes especial atención en mantener las posturas correctas para cada repetición. De esta forma no harás squads en la posición equivocada o aplicarás tu masaje facial de forma errónea; ejerciendo demasiada presión o haciendo el mismo movimiento indiscriminadamente sobre toda tu cara.

Ambas tienen como base el combustible correcto.

Es bien sabido que una dieta adecuada y personalizada es la base para poder hacer un programa de ejercicios con la energía necesaria, pero muchas veces pasamos por alto este punto con el clásico “no importa lo que coma, lo bajo al rato en el gym”. Recuerda que sucede lo mismo con el cuidado de tu piel; no importa la cantidad que inviertas en serums o mascarillas, ellos no te salvarán de llevar una dieta poco balanceada.
 

De ahí que el combustible para tu rutina facial es la hidratación y la nutrición correctas, por supuesto no olvides el acompañamiento de profesionales de la alimentación.

El equipo hace la diferencia.
 

La pandemia nos mostró como el acondicionamiento físico se reinventó llevando los aparatos del gimnasio a la sala de tu casa, lo mismo sucedió con el mundo del bienestar donde empezamos a buscar tener nuestro spa en casa. 

Es por ello que elegir el equipo correcto es vital para obtener los resultados deseados. Así como haces  lagartijas usando muñequeras o un trabajas tus glúteos con bandas de resistencia, también puedes complementar tu rutina facial apoyándote en BEAR, el dispositivo con microcorrientes que tonifica y reafirma tu piel al mismo tiempo que disminuye las líneas finas de expresión. Además, su tecnología de pulsaciones T-Sonic™ ayudan a ejercitar los 65 músculos de tu rostro.

Consistencia, consistencia, consistencia.

Nunca faltan los imprevistos como ese deadline inamovible en tu trabajo o el aniversario de bodas de tus papás que habías olvidado, pero recuerda que sin consistencia y disciplina será complicado que puedas llegar a las metas de tus rutinas física y de belleza. Te sugerimos echar mano de la tecnología; tu smartphone puede salvarte al convertirse en ese asistente personal que te recuerda los eventos especiales para que no interfieran con tu programa del día a día.

Ahora que has descubierto más de lo que comparten tus rutinas de ejercicio y de cuidado facial podrás mejorar la estrategia detrás de cada una de ellas.