El Llanto por las cebollas
La cebolla o Allium cepa es una fuente rica en vitaminas (B3, B6, C, E…), potasio, calcio, magnesio, proteínas, fécula y otros compuestos esenciales.
La cebolla es un alimento eficaz contra el crecimiento de hongos y bacterias, previene varios tipos de cáncer y tiene propiedades antiinflamatorias, antialergénicas, antiasmáticas y antidiabéticas, además de combatir las causas de los desórdenes cardiovasculares. Es un potente antireumático y ayuda a prevenir la osteoporosis.
Pero para poder disfrutar de todas estas ventajas hay que pagar un precio: llorar.
Las lágrimas aparecen por los aceites volátiles que le confieren su sabor característico y que contienen un tipo de moléculas orgánicas denominadas sulfóxidos de aminoácidos. Al cortar el tejido de una cebolla, se liberan unas enzimas llamadas alinasas que convierten a estas moléculas en ácidos sulfénicos, que a su vez forman el verdadero agente desencadenante de las lágrimas: el syn-propanotial-S-óxido.
Las terminaciones nerviosas de la córnea detectan el compuesto y surge el picor de ojos. Las gándulas lacrimales se activan, entonces, para eliminar la irritación.