Hablar de Tlajomulco de Zúñiga es remitirnos a un pueblo lleno de tradiciones, deliciosa gastronomía y sitios llenos de color y hospitalidad. Este bello rincón ubicado en el estado de Jalisco es hogar de bellos murales, finas artesanías, arquitectura de altura, hermosos paisajes y viejas costumbres que encantan a todos los visitantes.
Un buen ejemplo del patrimonio cultural y las tradiciones de este destino es la cofradía que cada año designa a los encargados del manejo de la parroquia, ya que esta es administrada por los habitantes del pueblo y no por las autoridades religiosas.
Otra muestra, es el Festival Mictlán, una celebración que ha cobrado relevancia y fuerza en los últimos años, ya que a través de ella se rinde un homenaje a las personas que se adelantaron en el camino y al recorrido que deben hacer para llegar al reino de los muertos.
Para esta quinta edición se tendrán diversas actividades como los tradicionales concursos de disfraces, decoración de tumbas, música y mucha diversión, teniendo como escenario la localidad de San Juan Evangelista en la ribera de Cajititlán.
Otra actividad destacable, es recorrer La Ruta Franciscana conformada por 10 templos de estilo barroco, los cuales fueron construidos alrededor de los siglos XVII y XVIII por los Franciscanos durante la época de la conquista espiritual y están localizados en Santa Cruz de las Flores, San Agustín, San Juan Evangelista, San Lucas Evangelista, Cajititlán y la cabecera municipal. De hecho esta ruta fue nombrada como “Zona Arqueológica y Patrimonio de la Nación” por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
En Tlajomulco de Zúñiga también cuentan con una escuela de ballet, donde se enseña de manera profesional este prestigioso baile, tanto que las alumnas de diversas generaciones se han presentado en otras ciudades de la región y el país. Además, en la Escuela Municipal de Charrería, hombres y mujeres se preparan para demostrar su habilidad en este popular y representativo espectáculo de la cultura jalisciense.
La gastronomía tlajomulquense es muy variada, pero los platillos y bebidas más tradicionales que todo visitante debe probar son la exquisita birria, un manjar en este estado; unas deliciosas carnitas con su salsa picosa o unas gorditas bien servidas y preparadas. También son un imperdible el pan pinto, la carne con chile, el pulque y los zuales, el dulce típico de este destino.
El zual es considerado un dulce prehispánico de esta localidad y una riqueza culinaria del estado. Es elaborado a base de una mezcla de amaranto, piloncillo, canela, clavo y agua. Estos ingredientes se muelen para crear una pasta semidura que se envuelve en hojas de maíz.
Esta ciudad también posee una gran riqueza natural, con vastos y hermosos bosques, montañas, lagunas y una gran variedad de fauna; así como espacios para todos los gustos e intereses, como zonas de patinaje, museos y bibliotecas.
Para los amantes del fútbol, existen unidades deportivas, donde se puede practicar libremente este deporte, además de integrarse a los distintos torneos y competencias que se organizan a lo largo del año.