ManualidadesVida y Estilo

Un plato muy especial

¿Qué necesitamos?
– Terracota Blanca
– Rotulador
– Papel charol de color amarillo
– Acuarelas de colores
– Plastilina de color marrón, amarilla, blanca y roja
– Pegamento
– Papel de seda de color verde
– Pincel
– Tijeras
Lo primero que hay que hacer es hacer el plato con la terracota blanca. Lo más fácil es darle forma encima de un plato lo más liso posible y desmoldarlo cuando esté seco. Para que no se quede pegada la pasta al plato y se pueda desmoldar fácilmente podéis poner un papel de plata o un papel de horno.
Después hay que dibujar el caracol en el plato con un rotulador negro. Esto puede hacerlo alguien mayor que nos ayude.
Con la plastilina marrón rellenaremos el cuerpo del caracol extendiéndola con cuidado. Con la plastilina amarilla rellenaremos la concha. Y con la plastilina roja haremos los cuernos, ojos y boca del caracol.
Despues haremos tiras con el papel de seda. Con estas tiras haremos bolitas que pegaremos con cuidado en el plato para ir formando la hierba por la que pasea nuestro caracol. Después de hacer esto, pintaremos con acuarela azul el cielo y con acuarela verde la parte de suelo que corresponde al ala del plato. Cuando la pintura esté seca podremos hacer las nubes, extendiendo la plastilina blanca en pequeños bloques.
Por último, recortamos un círculo con el papel charol y unas tiras alargadas para hacer el sol. También podemos hacer florecitas de plastilina y pegarlas en la hierba.

Yesica Flores

Soy Yes, blogger desde hace más de 5 años. Me he especializado en el viejo y olvidado arte de divagar