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Cómo hacer jabón casero

¿Qué necesitamos?
– Un litro de desechos de aceite de oliva. Podríamos usar aceite puro, pero sería malgastarlo porque el resultado es el mismo.
– 100 gr de sosa cáustica
– 1 litro de agua
– 2 cucharadas soperas de detergente en polvo
– 50 ml de lejía

Manos a la obra
En un recipiente, como puede ser una jarra de plástico o cristal, mezclamos el agua y la sosa. La dejamos unos minutos para que se deshaga. Es importante tener mucha precaución al manipularlo ya que si salpica en la piel puede ocasionarnos graves quemaduras.

En una olla ponemos el aceite colado y libre de impurezas. Lo mantenemos en el fuego hasta llevar casi a ebullición.
Con un palo o una cuchara de madera vamos removiendo el aceite mientras añadimos poco a poco el agua de sosa. Durante el proceso de cocción no pararemos de remover siempre en el mismo sentido ya que si cambiamos el aceite se subirá arriba y nos costará más trabajo volver a mezclarlo con el agua.

Removemos y seguimos añadiendo agua de sosa hasta conseguir una pasta homogénea y solidificada. Nos daremos cuenta de que está terminado cuando, al sacar la cuchara o palo de la olla, salga limpia y libre de restos de pasta adherida. Si no es así, continuaremos añadiendo agua y removiendo.

Una vez que ha tomado la solidez suficiente, y antes de retirarlo del fuego, añadimos la lejía y el detergente en polvo y lo removemos cinco minutos más. Estos dos últimos componentes son opcionales y se le echan para conseguir un jabón más eficaz y espumoso. Antes de que empiece a enfriarse, lo vaciamos en un recipiente de plástico como una fiambrera y esperamos hasta el día siguiente.

Sólo nos queda vaciar el molde, cortarlo en pedazos con un cuchillo y guardarlo envuelto en plástico hasta que necesitemos gastarlo.

Yesica Flores

Soy Yes, blogger desde hace más de 5 años. Me he especializado en el viejo y olvidado arte de divagar