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4 factores del diseño de experiencias para reinventar el futuro de los conciertos

En 2020 vivimos la cancelación de muchos eventos presenciales como el Corona Capital, tras  10 ediciones ininterrumpidas, el SXSW en Austin, Texas, así como las giras internacionales de bandas y artistas de renombre internacional.

Sin embargo, tras casi dos años de pandemia hemos comenzado a ver el regreso de los festivales y eventos en vivo. Hoy, la prioridad es garantizar los protocolos sanitarios para los asistentes, pero hay un reto que necesita ser resuelto en un futuro no muy lejano: ¿Cómo mejoramos la experiencia de las personas que asisten a festivales y conciertos, mientras nos adentramos cada vez más a un mundo híbrido entre lo virtual y lo físico?

Consultamos a Iván Rodríguez, diseñador senior de experiencias en frog*, consultora líder en diseño e innovación estratégica, y a Salomón Soloveichik, production manager con experiencia en la organización de festivales de música, para conocer qué puede hacer el diseño de experiencias para transformar los festivales de música, los conciertos y en general los eventos de entretenimiento.

“El diseño de experiencias nos permite controlar cómo se vive un momento a través de un producto o servicio y cómo se siente la persona al interactuar con este”, explica Iván. “Por ello, es esencial conocer cómo los usuarios han vivido ciertos momentos hasta ahora, qué les gusta, qué no y empezar a construir a partir de ello”.

Con los insights de Iván y Salomón, definimos cuatro puntos que podrían marcar el camino a seguir para el futuro de los festivales de música y otros eventos de entretenimiento a través de las herramientas del Diseño de Experiencias: 

 1. Omnicanalidad

“Hoy en día ya no podemos limitarnos a la presencialidad, es decir, al hecho de que tienes que estar ahí para disfrutar de algo”, explica Iván Rodríguez. 

La industria deportiva ya ha encontrado formas de crear experiencias complementarias. Un ejemplo es la NFL con el Super Bowl, que además del evento en el estadio, realizó activaciones físicas en otros países, además de la transmisión global. 

Otros ejemplos son el concierto de Ariana Grande en la plataforma de Fortnite, las transmisiones de conciertos de la banda Metallica en cines al aire libre y autocines en Estados Unidos, y la transmisión simultánea en varias plataformas como Twitter y Youtube del evento Global Citizen Live, son algunos ejemplos de cómo complementar una experiencia en vivo con una experiencia digital.

Salomón Soloveichik destaca también lo que hizo el festival belga Tomorrowland, el más grande del mundo, que en 2020 creó una versión virtual con increíbles visuales en 3D para brindar una experiencia inmersiva.

 2. Accesibilidad

Crear experiencias omnicanal integradas también genera un beneficio de accesibilidad para públicos más amplios, ya que se brinda un beneficio tanto para los usuarios que asisten a un evento como los que deciden no hacerlo, pero también quieren vivirlo. 

Experiencias como la Fan Zone de la Fórmula 1 permitieron a los aficionados vivir el evento deportivo desde sus ciudades. Con una transmisión de calidad, diversas activaciones y personalidades invitadas, la afición accedió a experiencias adaptadas a sus necesidades y presupuestos. 

 3. Inclusión

La omnicanalidad y accesibilidad van de la mano con la inclusión.  

Diseñar experiencias más inclusivas implica considerar las necesidades de audiencias más amplias, además de democratizar el acceso al entretenimiento. “Las transmisiones en espacios abiertos en otras ciudades, o el desarrollo de experiencias remotas incluyen a más personas y no solo a aquellos usuarios capaces de asistir de manera presencial  o  que pueden pagar el precio completo de un boleto”, asegura Iván Rodríguez.

 4. Hiperpersonalización

La aplicación de la tecnología y la omnicanalidad juegan un papel fundamental para crear experiencias de gran impacto para cada individuo, pero es fundamental pensar también en la hiperpersonalización, una tendencia hacia la que deberían dirigirse los festivales de música, así como otros eventos masivos, de acuerdo con Salomón Soloveichik. “Por ejemplo, que toda la experiencia esté soportada en un espacio digital que te permita ingresar al festival mediante un QR. Que una app lleve el control de tus gastos; que esté vinculada a tu algoritmo de Spotify para recomendarte actuaciones afines a tus gustos; o que te permita encontrar a tus acompañantes mediante beacons —pequeños dispositivos basados en tecnología Bluetooth de bajo consumo, que emiten una señal que identifica de forma única a cada dispositivo—”, destaca Salomón.

La pandemia nos dio la oportunidad de reimaginar cómo queremos vivir los eventos de entretenimiento en el futuro y replantear las experiencias que moldearán el futuro de la industria.

Yesica Flores

Soy Yes, blogger desde hace más de 5 años. Me he especializado en el viejo y olvidado arte de divagar