Relaciones SentimentalesVida y Estilo

No atosigues a tu pareja

Cuando tenemos pareja, nuestro instinto nos suele jugar malas pasadas, volviéndonos posesivas y hasta un “pelín” celosas. El miedo a la traición, a la infidelidad, al abandono, nos hace aflorar nuestro ‘yo’ más animal. Pero si no somos capaces de controlar esta situación, si no aprendemos a relajarnos y a disfrutar de la relación, si nos dejamos llevar por la obsesión, probablemente acabaremos por ahogarla y destruirla.
¡Deja respirar a tu pareja! Porque ‘Te quiero’ significa amor, no posesión.

10 pasos para liberarte de esta obsesión
Si no quieres que tu pareja salga huyendo por tus celos infundados, tu afán de controlarlo todo, por tu temperamento, por tu necesidad de compartir las 24 horas del día con él, en definitiva, por tu amor obsesivo, toma nota de estos consejos.
Te ayudarán a reforzar tu confianza y, por tanto, tu relación.

1. Quiérete mucho
Es la primera regla de oro para triunfar no sólo en el amor, sino en la vida. La falta de confianza, la inseguridad, es la culpable del nacimiento de los celos, que nos hacen estar alerta ante cualquier suceso, real o imaginario.
De ahí la necesidad de que nos estén demostrando su amor el cien por cien del tiempo, lo que nos impide relajarnos y disfrutar de la relación, a nosotras y a la persona que está a nuestro lado.
Consejo: deja que el amor fluya sin ningún tipo de presión.

2. Sé natural
No hace falta que mantengas el tipo las 24 horas del día. Asume que, como el resto de los mortales, tú también cometes errores.
Si eliminas este alo de perfeccionismo, lograrás una relación más distendida.
Consejo: la súper-woman no existe. Cuando haya alguna situación que te sobrepase, pídele ayuda. Además de liberarte de cierta carga, él se sentirá más participativo en la relación.

3. No tengas miedo al fracaso
Es difícil enfrentarse a una ruptura, al cambio que produce, a la soledad. Esto hace que muchas personas se aferren a su relación de forma posesiva y eleven el “todo vale” como estandarte en su causa de mantener a la pareja a toda costa.
Consejo: aprende a asumir que la ruptura es una de las opciones cuando se tiene pareja. Si esto sucede, piensa en positivo, ‘él no estaba hecho para ti’.

4. Disfruta al máximo del presente
¿Por qué esa manía de pensar siempre en el futuro? Seguro que te estás perdiendo la intensidad del presente. Además, si tu relación aún no está muy afianzada puede que le espantes: eso de hablar de boda cuando aún no llevan un mes juntos asusta a cualquiera.
Consejo: tampoco es bueno mirar al pasado. Para bien o para mal, las comparaciones suelen resultar odiosas.

5. Asume que la libertad es un derecho de los dos
Son dos personas independientes, con aficiones, amigos y trabajos diferentes. Si basas tu vida exclusivamente en las decisiones de tu pareja, anularás tu personalidad y nunca conseguirás nunca ser feliz.
Mucho menos cuando, a la vez, exiges que su mundo gire alrededor del tuyo. Acabarás por ahogar la relación. Fomentar el espacio individual de cada uno enriquece la relación.
Consejo: cambia de actitud y apóyale cuando quiera salir con sus amigos. Seguro estará deseando volver a casa para contarte su día y recompensarte por tu comprensión.

6. Elimina el nosotros y empieza a utilizar el yo
Muchas parejas pierden su propia individualidad…, incluso en el vocabulario. El yo desaparece sustituyéndose por frases como ‘nosotros somos más de cine’, ‘a nosotros no se nos resiste ningún baile’.
La cosa se complica cuando se tienen niños y los nombres o apelativos cariñosos y un poco picantes se olvidan en favor del ‘papá’ o ‘mamá’.
Consejo: es bueno ser uno solo en casa, pero fuera sé tu misma.

7. Evita las escenitas de ‘ya no me quieres’
Este tipo de chantajes emocionales cuando la cosa no discurre por el camino que tú deseas, terminan por agobiar a la pareja.
Consejo: huye del victimismo. Cuando algo no te guste, plantea la situación abiertamente, con una actitud positiva y dialogante.

8. Conversar sí, interrogar no
El diálogo es importante en una pareja, pero diálogo no equivale a interrogatorio. Si hoy no te ha contado los pormenores del trabajo, no significa que oculte algo, simplemente puede que no le haya pasado nada de interés.
Consejo: una pareja no tiene por qué estar todo el tiempo hablando. Aprende a disfrutar también del silencio. Puede llegar a comunicarte más cosas que las palabras.

9. Las cosas privadas son privadas
Debes respetar su espacio privado. Su celular, su agenda, sus bolsillos, forman parte de su intimidad. Aprende a confiar en él.
Consejo: pregúntate por qué esa obsesión por mirar y revolver entre sus cosas. Si no aprendes a confiar en él, tu relación no funcionará.

10. Convierte el celular y el e-mail en tu aliado, no en tu enemigo
Una llamada de teléfono recordándole que le quieres, un e-mail diciéndole lo mucho que le echas de menos, son detalles y demostraciones de amor con las que se sentirá realmente halagado. Llamar a las nueve, a las diez, a las once; bombardearle con e-mails o sms…, para decirle que no puedes vivir sin él, simplemente agobia.
Consejo: contrólate con el uso de las nuevas tecnologías, puede sentirse acorralado.

¿Cómo se sienten ellos?
Puede que tú veas normal llamarle a todas horas para preocuparte por cómo está; puede que no concibas el que salga solo con sus, normalmente, ‘odiosos’ amigos; puede que hasta veas natural mirar su agenda de móvil o registrar su mesa de trabajo, total, si no tiene nada que esconder, ¿qué más le da?
Pero, ¿te has preguntado alguna vez cómo se siente él?, ¿te has planteado cómo es convivir con una persona que vigile tu espacio y controle hasta el último minuto de tu tiempo?
Ellos te cuentan cómo es vivir vigilado 24 horas al día, 7 días a la semana, los 365 días del año.

Yesica Flores

Soy Yes, blogger desde hace más de 5 años. Me he especializado en el viejo y olvidado arte de divagar