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Dos Tipos de Incienso

Se puede decir que el incienso es un elemento necesario para todo aquel que practica el arte de la magia, pero su composición suele estar rodeada de mucho misterio. Afortunadamente, con un poco de práctica resulta sorprendentemente fácil fabricar incienso.

En la magia se utilizan dos tipos de incienso: El combustible y el incombustible. El primero contiene nitrato de potasio (salitre), que facilita la combustión, en tanto que el incombustible no contiene este elemento. Por tanto, se pueden quemar pastillas, conos, palitos y otras figuras de incienso combustible, mientras que el incombustible ha de ser vertido sobre bloques de carbón de leña al rojo para que desprenda su aroma.

El 95% del incienso utilizado en actividades mágicas es de la clase incombustible, puro o granulado. ¿Por qué? Tal vez, debido a que es más fácil de elaborar. Los magos que trabajamos con hierbas somos gente muy práctica.

Además, en algunos hechizos es necesario que se formen unas nubes de humo onduladas y como los conos, palitos y bloques de incienso arden a un ritmo constante, no es posible producir tales efectos al utilizarlos.

Las ventajas del incienso combustible a veces pesan más que los inconvenientes, todo depende de las circunstancias. ¿Acaso ha de celebrar una ceremonia inesperada y quemar un incienso que atraiga dinero? Entonces, saque el incensario, un bloque de carbón de leña y el incienso, encienda el carbón de leña, colóquelo en el incensario y espolvoree incienso sobre el mismo. También puede sacar un cono de un incienso que proporcione dinero, encenderlo, colocarlo en el incensario y proseguir la ceremonia.

No todos los magos son partidarios del mismo incienso.

He aquí una serie de instrucciones para la elaboración de las dos clases de incienso.

Incienso Incombustible

Asegúrese de que time todos los ingredientes necesarios.

Todos los ingredientes han de estar finamente triturados. Es preferible pulverizarlos. Para ello puede utilizar un mortero o una trituradora eléctrica. No es fácil reducir algunas resinas a polvo, pero con algo de práctica descubrirá como hacerlo.

Cuando todo esté dispuesto, mezcle con sus manos las resinas y las gomas en un gran recipiente de madera o cerámica. Mientras mezcla esas substancias aromáticas, combine también sus energías. Visualice su poder personal, véalo vibrar con su objetivo mágico, salir de sus manos y entrar en el incienso. Esto es lo que hace que el incienso casero sea más efectivo que sus equivalentes comerciales.

A continuación, agregue a la mezcla las hojas, cortezas, flores y raíces pulverizadas. Mientras las mezcla, continúe visualizando o concéntrese en el objetivo del incienso.

Ahora añada los aceites o líquidos (vino, miel etc.) que estén incluidos en la receta. Suele bastar con añadir unas gotas. Con relación a los aceites he de señalar que si la receta se compone de una cantidad suficiente de ingredientes secos puede sustituir alguna hierba que le falte por un aceite del aroma de dicha hierba. Únicamente asegúrese de que el aceite es un aceite esencial, pues al arder los aceites sintéticos huelen a plástico quemado.

Una vez que se han mezclado perfectamente todos los ingredientes, ya se ha elaborado totalmente el incienso. Cárguelo de poder y habrá terminado. Debe conservarlo en un tarro cerrado herméticamente. Ponga una etiqueta en la que aparezca el nombre del incienso y la fecha de su elaboración. Ya está preparado. Puede utilizarlo cuando sea preciso.

Yesica Flores

Soy Yes, blogger desde hace más de 5 años. Me he especializado en el viejo y olvidado arte de divagar