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El Cerebro también se Enamora

El Amor es un sentimiento que ha acompañado al hombre desde sus orígenes Masters & Jhonnson aclararon diversos misterios anatómicos, fisiológicos y bioquímicos sobre la sexualidad humana. Considerado por poetas y filósofos como la parte central del amor “el corazón” no es el causante de que nos enamoremos, sintamos mariposas en el estómago o se nos alteren algunas funciones vitales.El responsable directo es el cerebro, específicamente el hipotálamo que libera sustancias químicas y envía señales al corazón para que lata más rápido.

Entre estas sustancias se encuentra la hormona conocida como adrenalina, que estimula el sistema simpático, generando dilatación de la pupila, aumento en la tensión arterial y en la frecuencia cardiaca que se conoce como taquicardia y enrojecimiento del rostro, acompañada de un estado de estrés, pero en el caso del amor, la liberación de endorfinas permite tener una sensación placentera.

Estas brindan una sensación placentera al individuo lo que lo hace sentirse pleno en su relación amorosa, otra de las hormonas que se liberan son la testosterona, en el caso de los hombres y los estrógenos y la progesterona en el caso de las mujeres aunque esta liberación de sustancias esta más encaminada al acto sexual.

Los latidos de los enamorados pueden convertirse en verdaderos ritmos caribeños pues un joven puede presentar de 180 a 200 latidos por minuto, lo cual no le representa ningún daño.
Cuando sucede algo en el organismo hay cambios en todo el cuerpo, por ejemplo con el amor se presenta una alteración sanguínea en los riñones y una disminución en la producción de la orina. El lugar del cerebro donde se registran los estímulos sensoriales y provocan reacciones humanas se conoce como sistema límbico e incluye las siguientes estructuras anatómicas: el hipotálamo, el hipocampo, el tálamo y la amígdala.

Yesica Flores

Soy Yes, blogger desde hace más de 5 años. Me he especializado en el viejo y olvidado arte de divagar