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LAS SETAS

Se conoce con el nombre de setas, en general, la parte aérea y visible de los hongos, la cual tiene por misión la creación y difusión de las esporas, que son los elementos que permitirán la reproducción de la especie.
Las setas son de medidas muy diversas; algunas apenas son visibles, mientras que otras pueden llegar a medir más de medio metro, como por ejemplo algunos «pets de llop” gigantes.
Presentan formas muy variadas, que recuerdan un paraguas, un embudo, una porra o un coral; las hay de forma aplanada, como un botón, o esférica, como una pelota.
Pueden tener colores muy diversos, a veces 2 bastante atractivos.

2. LAS SETAS TÓXICAS
Entre las variadas especies de setas que crecen en nuestros bosques hay algunas de tóxicas. Por desgracia, casi cada año, al llegar la temporada de las setas, se producen accidentes, algunos incluso mortales, a causa del consumo de setas tóxicas.
La casi totalidad de las intoxicaciones mortales son debidas a la Amanita phalloides, seta muy tóxica y bastante frecuente.
Esta especie, así como otras que también son peligrosas, se describen indicando también las especies comestibles con las que se pueden confundir.
Hay que señalar que las especies descritas son las que se pueden considerar más peligrosas por su toxicidad y su frecuencia. Igualmente, existen muchas otras especies tóxicas, entre las cuales se pueden citar las siguientes, sin que ésta relación sea exhaustiva:
Agaricus xanthodermus Coprinus atramentarius
Hipholoma fasciculare Lactarius pyrogalus
Lactarius torminosus Mycena pura
Mycena pelianthina
Ramaria formosa
Russula emetica Sarcosphaera crassa

3. PRECAUCIONES EN LA RECOLECCIÓN Y CONSUMO DE SETAS
El criterio básico para evitar intoxicaciones por ingestión de setas tóxicas es consumir únicamente aquellas setas que se sabe con toda certeza de que especie son. Si se tiene alguna duda sobre la identificación de una setas, debe rechazarse.
Hay que señalar que son falsas las reglas de carácter general para identificar las setas tóxicas, como por ejemplo la de ingerir un grano de ajo o la de la cuchara de plata. La “farinera borda”, entre otras, no se detecta con dichas pruebas. Igualmente es falso que las setas comidas por los caracoles, o por otros animales, no sean tóxicas; las setas, como otras plantas, pueden ser tóxicas para el hombre y no serlo para los caracoles u otros animales.
Cuando se recogen setas deben cogerse únicamente las de especies comestibles conocidas, que se sepan identificar sin ninguna duda.
Hay que coger setas que presenten un buen estado de conservación y dejar las que ya han empezado a descomponerse o que estén floridas, empapadas de agua o que se hayan heladas durante la noche.
La setas deben transportarse en recipientes rígidos y bien aireados, como cestos, para facilitar la regeneración del bosque con esporas de las setas, nunca en bolsas de plástico, para evitar que se aplasten o que fermenten.
Conviene consumirlas cuanto antes mejor ya que la mayoría se alteran con bastante rapidez. Para conservarlas el mejor lugar es el frigorífico, en el cajón de las verduras.
Es recomendable consumirlas cocidas; algunas setas, comestibles una vez cocidas, pueden ser mortales si se comen crudas.
Dado que algunas setas no son de digestión fácil, es aconsejable consumirlas con moderación, preferentemente como acompañamiento.
Finalmente, debe tenerse en cuenta que en la recogida de setas, se ha de respetar el bosque; la práctica, por desgracia bastante frecuente, de remover el musgo o la hojarasca, provoca la desecación del suelo impidiendo que salgan más setas. Tampoco se han de destruir las setas no aprovechables por su mal estado o especies que no se conocen y que, por lo tanto, se ha de tener la prudencia de no cogerlas.

4. COMO ACTUAR EN CASO DE INTOXICACIÓN
Se debe insistir que solo se han de consumir aquellas setas que se hayan identificado sin duda alguna.
Si, a pesar de todo, se llegar a producir una intoxicación, se debe acudir inmediatamente a un centro hospitalario para que la persona afectada reciba el tratamiento médico adecuado. Conviene llevar los restos que se tengan de las setas, ya sean los trozos que se han eliminado al limpiarlas o setas cocidas que hayan sobrado; ello permitirá a los especialistas del centro identificar la especie de setas causante de la intoxicación y aplicar el tratamiento más eficaz.
Cuando son unas cuantas personas las que han ingerido las setas, las que no presenten síntomas de intoxicación deben también recibir asistencia médica ya que es probable que también hayan ingerido setas tóxicas.
Los síntomas de intoxicación varían según la especie que la ha producido. Se pueden presentar uno o algunos de dichos síntomas: fuertes dolores de estómago, sudor frío, vómitos dolorosos y continuados, diarreas fétidas y abundantes, vértigo, postración total, delirios, períodos alternativos de crisis y de calma. Los síntomas característicos de cada especie se describen al comentar las principales setas tóxicas.
Los primeros síntomas pueden presentarse al cabo de poco rato de haber comido las setas (normalmente entre media hora y tres horas) o aparecer pasadas algunas horas. Las intoxicaciones más graves, en particular la causada por la Amanita phalloide, se manifiestan después de unas 8 o 10 horas, a veces más; por tanto, el hecho de que los síntomas tarden en presentarse es un indicio de que la intoxicación puede ser muy peligrosa.
Ante los primeros síntomas de intoxicación, por poco importantes que parezcan, se debe acudir inmediatamente a un centro sanitario. La eficacia del tratamiento depende, en buena parte, de la rapidaza con la que se actúe.

Yesica Flores

Soy Yes, blogger desde hace más de 5 años. Me he especializado en el viejo y olvidado arte de divagar