Lavatrastes en crema

Rendimiento: 700 g
Tiempo de preparación: 45 minutos
Tiempo preferente de consumo: 6 meses
ngredientes:

• 1 pastilla blanca de jabón de lavandería (450 g)
• 1 litro de agua
• 1/4 de taza de alcohol etílico (60 ml)*
• 1 cucharada sopera de lauril sulfato de sodio*, también conocido como texapón núm. 5 (10 ml)
• 1 cucharada sopera de trietanolamina (10 ml)*
• 1 cucharada cafetera de bicarbonato de sodio* (10 g)
• 2 limones (el jugo)
• La punta de una cucharada cafetera de colorante vegetal verde*
* Se consigue en farmacias grandes, droguerías o tiendas de materias primas para repostería.

Utensilios:

• 1 cubrebocas o un paño húmedo
• 1 recipiente de plástico con capacidad de 1 litro
• 1 rallador de metal
• 1 olla de peltre con capacidad de 2 litros
• 1 cuchara grande de cocina
• 2 recipientes de plástico con tapa y capacidad de 500 ml c/u (puede reutilizar recipientes de crema, margarina o jabón lavatrastes)
• 2 etiquetas adherible

Procedimiento:

• Ralle el jabón y viértalo en el recipiente de un litro.
• Aparte, en la olla de peltre ponga a calentar un litro de agua y cuando suelte el hervor agregue el jabón, moviendo con la cuchara. Disminuya el fuego, procurando que el agua siga hirviendo, y siga revolviendo hasta que el jabón se haya disuelto y la mezcla adquiera una consistencia homogénea.
• Sin dejar de mover, disminuya el fuego al mínimo y añada el alcohol, el jugo de limón y el bicarbonato.
• Agregue la trietanolamina, el lauril y el colorante, moviendo lentamente para evitar la formación excesiva de espuma.
• Cuando la mezcla sea homogénea y espesa, como un atole, retírela del fuego y deje entibiar.
Recomendaciones
• El uso de cubreboca o un paño húmedo es importante para evitar que los olores que se desprenden durante la elaboración del producto le provoquen alguna irritación.
• No altere las cantidades ni el orden de adición de los ingredientes, de lo contrario las características finales del producto no serán las esperadas.
• Conserve los ingredientes restantes en su recipiente original y, para mayor seguridad, colóquelos dentro de otro recipiente, perfectamente tapados, etiquetados y en un lugar fresco, seco y oscuro, lejos del alcance de los niños.
• Por ningún motivo guarde productos de limpieza en recipientes de alimentos o bebidas, de esta forma evitará que se ingieran por equivocación.
• No guarde productos de aseo junto a los alimentos, aunque éstos estén perfectamente cerrados.
• El jabón lavatrastes en crema elaborado mediante esta tecnología se usa como cualquier otro producto comercial.
Envasado y conservación
Vacíe el jabón en los recipientes y una vez que se solidifique (3 horas aproximadamente), tápelos muy bien para evitar que el lavatrastes pierda humedad y se agriete. Etiquete el recipiente con el nombre del producto, fecha de elaboración y tiempo preferente de consumo. Conserve el lavatrastes en un lugar fresco y seco, lejos del alcance de los niños.

Cómo limpia:
Los jabones eliminan la grasa debido a que algunos de sus componentes son agentes tensoactivos, los cuales tienen una estructura molecular que actúa como un enlace entre el agua y las partículas de suciedad; así, la mugre puede soltarse de las fibras de la tela y queda flotando en el agua.
Beneficio:
Al elaborar el jabón lavatrastes con esta tecnología doméstica usted obtendrá un ahorro del 45% en relación con el producto comercial.
Dato interesante:
El bicarbonato de sodio es una sal abrasiva que ayuda a retirar las impurezas; la acidez del jugo de limón, el lauril sulfato y la trietanolamina disuelven la grasa; por su parte, el alcohol homogeniza los ingredientes.

Dato interesante:
• El descubrimiento del jabón fue accidental. En el Monte Sapo (en Roma) se hacían sacrificios con animales, y cuando llovía el agua arrastraba la grasa monte abajo, la cual llegaba al río mezclada con cenizas; ahí fue donde las lavanderas se percataron de que la ropa quedaba más limpia al frotarla con dicha mezcla.
• El naturalista romano Plinio el Viejo (23-79 d.C.), describía el jabón como un ungüento grasiento de sebo de cabra y cenizas del árbol de haya, así como las diversas formas de jabones duros y blandos que contenían colorantes que utilizaban las mujeres para limpiar sus cabellos y teñirlos.