“Los acreedores” de Strindberg presenta única función en el Festival de Teatro Alternativo

El Festival de Teatro Alternativo del Foro del Tejedor continúa este miércoles con una única función de la obra de Strindberg ‘Los acreedores’, a cargo de la compañía Sobredosis. La función será a las 20:30 horas en este foro de la Librería El Péndulo Roma.

El Festival de Teatro Alternativo del Foro del Tejedor continúa este miércoles con la obra Los acreedores de Strindberg, a cargo de la compañía Sobredosis, encabezada por el director Fernando Reyes. La función será este miércoles 12 de septiembre a las 20:30 horas en el Foro del Tejedor, dentro de la Librería El Péndulo, en la colonia Roma.

Los acreedores, protagonizada por Alejandra Reyes, Adonay Guadarrama y Alexander Holtmann bajo la dirección de Fernando Reyes, quien actualmente trabaja como coordinador de producción de la Cátedra Bergman, una iniciativa de la UNAM para fomentar la reflexión y formación académica en cine y teatro, cuenta la historia de tres personajes, dos de ellos artistas: un pintor convertido en escultor, y su mujer, que es escritora. El tercer personaje es una misteriosa figura que, con su arte en el manejo de las palabras, se introduce dentro de la relación de la pareja.

Cuando su mujer esta fuera, el extraño aprovecha para llegar a ser el mejor amigo del marido, a escondidas de ella, consiguiendo torturarlo con sus propias dudas sobre su rol como artista y esposo.

Strindberg (1849-1912) es sin duda uno de los máximos escritores del teatro burgués clásico, junto con Ibsen y Chejov. Entre 1887 y 1888 escribe obras básicas del teatro occidental como “El padre”, “La señorita Julia” y “Acreedores” a la que siguen posteriormente otras como “Danza Macabra”, “Pelícano” y una obra narrativa y autobiográfica igualmente importante, potente y original.

Acreedores es clasificada por el propio Strindberg como una “tragicomedia en un acto y en prosa”. Para él, todos nuestros actos tienen consecuencias en la búsqueda por la libertad, “deberíamos conocer la naturaleza de los demás, antes de darle rienda suelta a la propia, de lo contrario todo se vuelve llanto y crujir de dientes.” ¿Hasta que punto debemos o tenemos que dominar la libertad del otro? ¿Hasta donde queremos ser dominados? ¿Hasta donde amar significa encontrar un balance en ambos? ¿Dónde se vuelve el amor, una cuestión de honor? ¿Dónde nuestra búsqueda es de una o de otra?

Strindberg fue siempre desde sus primero escritos, alguien que se desnuda en ellos, no oculta sus miedos, fijaciones, perversiones e intereses. Sus novelas, como “El hijo de la sirvienta”, “Diario de un Loco” “Infierno”, son altamente autobiográficas y en su dramaturgia es fácil de interpretar sus rincones mas oscuros que guarda en el alma tanto como su vida a la luz publica.
“En el intento conciente por abrir públicamente los cajones que llevo cerrados con llave en el interior de mi alma, ya sea por querer vencer el miedo a enfrentarme a lo que ahí guardo o simplemente por intentar organizarlos, decidí que fuera acompañado de alguien como Strindberg, a quien el dolor y el sufrimiento son lo que lo impulsan a vivir, enfrentándose a sus monstruos internos incluso con la promesa de una derrota inminente, y continuar la vida sin querer encontrarle sentido, con el solo objetivo de volverse a enfrentar a aquellos demonios.” comentó el director.

Strindberg escribió a finales del siglo XIX y comienzos del XX en un tiempo en el que había una esperanza hacia el futuro, que cada día era un paso hacia el progreso, donde la ciencia, la tecnología y el estudio profundo de la magia nos convertiría en una humanidad mejor. Él, a pesar de estar convencido de que este mundo era el infierno, creía en este futuro utópico. Hoy que la tecnología ha rebasado nuestra humanidad, y que el futuro es un abismo negro al que no logramos distinguirle forma, nos damos cuenta de que ese progreso que tanto soñábamos, no existe, que tal vez como él creía, este mundo es el infierno, que por mas que busquemos en la ciencia y en la magia, no dejaremos de ser humanos.

Acreedores es una obra que muestra el alma humana desnuda, con todos sus escondites descubiertos: en la dramaturgia de Strindberg, la dirección y las actuaciones. Lo que ahí hay es un miedo profundo vuelto tangible, ya sea para enfrentarlo o analizarlo. Es el secreto deseo que todos guardamos dentro de nosotros y se evidencia no de manera violenta, pero tampoco dulce. Para el espectador, verla será un clavado hacia su oscuro interior, descubrirlo hará que reflexione sobre quién es, el gran miedo que tenemos de nosotros mismos y los demás.

El proceso de montaje inició en diciembre de 2011 cuando los tres actores y el director, se juntaron con la convicción de montar este texto. Comenzaron con una exploración personal, en aquellos pasadizos oscuros que no aparecen en el mapa, sabiendo que el objetivo era encontrar y después evidenciar abiertamente sus miedos. Tras seis meses ensayos y sin apoyo de becas, ni del gobierno, ni de ninguna otra institución pública o privada, estrenaron en Onírico Espacio en meses pasados. Así, la apuesta de la compañía Sobredosis es que la carga emocional de todos sus proyectos recaiga en los actores, sin necesidad de grandes producciones ni recursos técnicos, ya sean en teatro o en cine.

Ofrecerán una única función en el Festival de Teatro Alternativo este 12 de septiembre a las 20:30hrs, en el Foro del Tejedor ubicado en Álvaro Obregón 86, entre Córdoba y Orizaba, Col. Roma. Después de su presentación buscarán temporadas en diferentes teatros y foros con el objeto de mostrar una propuesta autentica de calidad hecha sin apoyos públicos ni privados.