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La memoria

La memoria es un sustrato básico para realizar correctamente otros procesos mentales como comprender, responder, ordenar alternativas, etc.

La resolución de problemas así como, la toma de decisiones, requieren el uso de la memoria para comprender, combinar y, finalmente, almacenar la información con la que se está tratando. De ahí la importancia de esta capacidad para el tema que nos ocupa.

Profundicemos en la estructura de la memoria y sepamos cómo se memorizan los estímulos que proceden del exterior.

A. Los almacenes de la memoria
Se distinguen tres tipos de memoria que nos permiten realizar, manejar y almacenar multitud de datos así como, realizar operaciones y que son la base de gran parte de actividades que realizamos habitualmente:

♦ La memoria sensorial es la que mantiene, durante aproximadamente un segundo, la información que recibimos por nuestros sentidos, es decir, la que se encargar de retener la percepción que tenemos de las cosas durante los primeros milisegundos.

♦ La memoria a corto plazo, puede compararse a la memoria RAM del ordenador. Es decir, la memoria de trabajo en la que se mantiene la información, se realizan operaciones con ella, se comparan varios elementos, se ordenan, etc., operaciones fundamentales todas ellas en el planteamiento de los problemas, su resolución y la decisión final que se tome.

♦ Y, por último, la memoria a largo plazo, comparable al disco duro de un ordenador, en la que se almacenan y de la que se recupera información, digámoslo así, que perdura.

Llegados a este punto podrías pensar -¿qué tiene todo esto que ver con la resolución de problemas?- pues bien, las operaciones fundamentales que una persona realiza para llegar a la resolución de problemas se llevan a cabo en la memoria a corto plazo y en muchas ocasiones se apoya en datos procedentes de la memoria a largo plazo.

Ejemplo: Si no pudiéramos retener la información acerca de las diferentes opciones que se nos proponen para salir el sábado en nuestra memoria a corto plazo, nunca podríamos elegir una de ellas.
Asimismo si no conociésemos, si no recordásemos cómo nos lo hemos pasado en los distintos lugares los sábados anteriores, nos faltaría información relevante para tomar una decisión adecuada.

Tras la percepción que tiene lugar a través de la memoria sensorial, los datos se codifican para que la memoria a corto plazo pueda manipularlos y enviar y/o recuperar información a/de la memoria a largo plazo. Con los resultados de esta mezcolanza tiene una base para tomar decisiones.

B. Capacidad de la memoria
Otra cuestión relacionada con la memoria a corto plazo, también llamada memoria de trabajo, es la cantidad de datos independientes que se pueden retener en ella.
Si nos damos cuenta de la forma en que recordamos nuestro número de teléfono, no lo recordamos cifra por cifra, sino que lo tenemos almacenado en diversos pedazos. Estas estrategias hacen más sencillo memorizar determinada información y, además, aumentan la capacidad de almacenamiento.

Todo lo contrario nos encontramos al estudiar la memoria a largo plazo. No se ha podido establecer el límite de su capacidad, no obstante, toda la información que pasa a la memoria a largo plazo no se conserva en ella inalterable y permanentemente. El cerebro se encarga, de un modo misterioso aún para los estudiosos del tema, de borrar de ella la información que considera superflua.

C. Calidad del recuerdo
Acabamos de ver la cantidad de información que somos capaces de recuperar, veamos ahora la calidad de la misma que ilustramos con el siguiente ejemplo:

Ejemplo: Es bien conocido entre los expertos en la memoria de testigos el suceso que Baddeley relata en uno de sus libros. Thomson experto en temas relacionados con la memoria de testigos fue entrevistado en un programa de televisión. Precisamente él insistía en la falta de fiabilidad del recuerdo que los testigos tienen de las situaciones.

Algún tiempo después Thomson fue arrestado por la policía sin poder averiguar de qué se le acusaba. Cuando llegó a la comisaría tuvo que participar en una rueda de identificación de sospechosos. Él fue identificado por la víctima como el autor de una violación cometida precisamente el mismo día y a la misma hora en que estaba realizando la entrevista en el programa de televisión. Gracias a los testigos que le hicieron la entrevista, tuvo la coartada perfecta para demostrar que era inocente. Más tarde se confirmó que la víctima fue violada mientras veía la entrevista que le hacían a Thomson en su televisor.

Este relato ejemplifica que la calidad de la información que somos capaces de recuperar de la memoria, en ocasiones, no es todo lo fiable que podríamos pensar. Las personas, sin darnos cuenta, tendemos a rellenar los huecos que posemos en la memoria con una alta probabilidad de equivocarnos, como acabamos de ver. Estas reconstrucciones de los hechos son automáticas y las personas no son conscientes de ellas. Lo que sucede a nuestro alrededor lo solemos interpretar conforme a nuestras expectativas, motivos, necesidades y sentimientos.

D. Efecto primacía y recencia
Se observa que, de manera consistente, las personas memorizamos con mayor o menor facilidad los datos dependiendo de la posición que ocupen dentro de un listado de información.
Se llama efecto primacía a la tendencia a recordar los primeros datos de una lista y efecto recencia a la tendencia a recordar los últimos datos una lista.

Piensa en las típicas presentaciones de las fiestas. Tras saludar a las ocho personas que te han presentado, no sueles recordar más que algunos nombres y, según la curva de posición serial, coincidirán con los primeros y los últimos.

Ten en cuenta estos efectos cuando trates con información relativa a un problema. Toma la información en su conjunto, consulta los informes si crees que has olvidado partes y una vez más, no dejes que la mente te juegue una mala pasada.

Yesica Flores

Soy Yes, blogger desde hace más de 5 años. Me he especializado en el viejo y olvidado arte de divagar