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¡No hay mujer que no merezca consentirse!

No hay mujer que no sea reconocida en este día, una fecha para demostrar la feminidad, la igualdad, y la evolución de su rol rompiendo el estereotipo de la mujer que se dedica únicamente al hogar o la familia. Miles de mujeres ya tienen la oportunidad de desenvolverse en el ámbito laboral, haciendo lo que les apasiona; dejándose regir por sus propias reglas y tomando sus propias decisiones sin ser juzgadas. Hoy es el pretexto perfecto para dejarte consentir porque no sólo hoy sino cada día eres una ¡Superwoman!

El tráfico de la ciudad, los pendientes del trabajo, el hogar, la familia, la vida personal entre mil y unas actividades más ¡uff! Son solo algunas de las cosas a las que nos enfrentamos a diario, por eso es justo y necesario que al finalizar el día tomes un respiro y disfrutes de un momento de tranquilidad. Si no sabes cómo hacerlo ¡no te preocupes! Dale la vuelta a esa larga jornada: ¡Cambia el mood y finaliza tu rutina de la manera más cool! ¡Aquí te decimos cómo!
Al llegar a casa busca en tu closet el outfit más cómodo, deshazte de esos lindos tacones y relájate un par de horas o lo que tú consideres necesario ¿por qué no? Ya sea en la comodidad de tu sofá o en tu habitación, sola o acompañada ¡Ahhh… pero no debes de olvidar que hay una forma inigualable para consentirte! Y es con un Baileys Cool Raspberry, únicamente necesitas:
1. Colocar de 4 a 5 frambuesas en un vaso.
2. Tritura un poco de hielo y sirve.
3. Vierte 4 onzas de Baileys Original Irish Cream
4. Añade helado y frambuesas al gusto

¿Ya estás lista para degustar un delicioso postre mientras disfrutas de esa peli que te hace querer ser como Anne Hatthaway en El Diablo viste a la Moda o cantar Run the world de Beyoncé, olvídate un rato de la monotonía y goza de una velada relax que muy pocas veces te animas a tener?

Recuerda que siempre tú serás lo más importante de tu vida ¡Hoy y siempre déjate consentir con Baileys!

Yesica Flores

Soy Yes, blogger desde hace más de 5 años. Me he especializado en el viejo y olvidado arte de divagar